El teatro es tan infinitamente fascinante, porque es muy accidental, tanto como la vida.
Se ha perdido una idea del teatro. Y mientras el teatro se limite a mostrarnos escenas íntimas de las vidas de unos pocos fantoches, transformando al público en voyeur, no será raro que las mayorías se aparten del teatro, y que el público común busque en el cine, en el music-hall o en el circo satisfacciones violentas, de claras intenciones
Un teatro recibe el reconocimiento a través de su iniciativa.
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